martes, 16 de abril de 2013

¿Trastornos de la Alimentación o Historias Sobre la Mesa?


Comúnmente se dice, y esto tiene mucho de verdad, que comer es de los mayores placeres que podemos tener los seres humanos. Todos tenemos recuerdos relacionados con “la hora de la comida”. Alrededor de la mesa desfilan infinidad de costumbres, tradiciones, celebraciones, sentimientos y emociones. Es así, que no sólo comemos por comer sino que a los alimentos les conferimos un valor a partir de nuestras experiencias.

Hoy en día existe una creciente preocupación por los llamados Trastornos de la Alimentación. Éstos comprenden la Anorexia Nerviosa, la Bulimia y Trastornos no Especificados. Son muchas las creencias que se tienen en torno a estos trastornos; quizá la más sobresaliente sea que es una enfermedad causada por un vanidoso deseo de adelgazar y una ansiedad excesiva por el aspecto físico y el peso corporal. Siendo esto una consecuencia de la sobreexposición a los medios de comunicación y a la identificación con figuras famosas o imágenes publicitarias.

Actualmente, en este mundo posmoderno, la atención se centra en los síntomas físicos de quienes padecen estos trastornos. La evolución y evaluación de los tratamientos suministrados es medida en cantidad de kilos ganados o perdidos frente al espejo.

Nosotros, el Grupo de Psicólogos De(s)cire, sostenemos que, si bien en los mencionados trastornos de la alimentación, la imagen y el peso corporal son importantes elementos que deben ser atendidos, no son los únicos factores que se ponen en juego. ¿Considerar que el temor a ganar peso es la causa de los trastornos de la alimentación, no sería acaso olvidar los recuerdos relacionados con “la hora de la comida” o ignorar esa infinidad de costumbres, tradiciones, celebraciones, sentimientos y emociones que desfilan alrededor de la mesa? ¿Abordar el comer como un mero acto de supervivencia no dejaría de lado el placer que del comer se deriva? ¿Cuantificar kilogramos no sería asumir que “sólo comemos por comer”?

Desde nuestra perspectiva, los Trastornos de la Alimentación, tendrán tantas definiciones como pacientes, pues dichos padecimientos responden a cómo cada sujeto se ha relacionado afectivamente con la comida a lo largo de su vida. Sostenemos que más allá de buscar causas o medir síntomas, es imprescindible abrir un espacio en el que la persona se permita escuchar su propia historia y a través de la escucha, atienda su sentir, sus recuerdos y el valor que le confiere a sus experiencias.  

Por tanto, en nuestra relación con la comida, es indispensable ocuparnos de rescatar nuestra propia historia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario